Los últimos fallos en la política de comunicación que
mantiene el Gobierno del Partido Popular con los medios y por
ende, a la ciudadanía están causando más de un disgusto al Ejecutivo. Una
situación que no está gustando nada en Genova y que está erosionando la imagen
del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y la de su equipo
.
Las impopulares medidas drásticas que están tomando los populares, solamente se están viendo ensombrecidas por el cruce de declaraciones
entre los propios miembros del partido, causando una sensación de falta de
unidad y de desconcierto, que nada ayuda a la imagen de España, en un momento
donde el país está más en el punto de mira que nunca con la prima de riesgo por
las nubes y la Unión Europea pendiente de las decisiones que se toman en nuestro
país.
El anuncio de recorte de más de diez mil millones de euros en
educación y sanidad se hicieron a través de un simple comunicado de prensa.
¿Quién dirige el gabinete de comunicación del Gobierno? La respuesta de los
medios de comunicación ha sido unánime y la ya famosa “espantá” de Rajoy en el
senado, dando esquinazo a los periodistas tampoco ayudan demasiado a crear una
imagen de responsabilidad de Rajoy y su equipo.
Por otro lado, Luis de Guindos, ministro de Economía y
Competitividad, sostenía hace unos días que la sanidad debía ser pagada por los
contribuyentes incluyendo términos como “progresividad” además de hablar de “ajustes”
sin siquiera precisar a qué tipo de reformas se refieren creando una confusión
en la ciudadanía que contribute a la imagen de oscurantismo de información en el que se ha sumergido el equipo de Rajoy.
Tampoco se puede olvidar las promesas del presidente en campaña prometiendo que los
dos estandartes tradicionales del llamado Estado de Bienestar no se iban a
tocar, seguido de las jubilaciones. Por ahora, los hechos desmienten a las
palabras.
El término “copago” también ha sobrevolado la cúpula del
Gobierno con desigual fortuna. Carlos
Floriano, vicesecretario de Organización del PP, desmentía en una entrevista en
Los Desayunos de la 1, que De Guindos sugería un “pago de algunos servicios” por parte de los
contribuyentes con rentas más altas, afirmando que se tratabas de una “opinión
personal” del ministro de Economía. Unas palabras que debieron ser medidas,
precisamente por el alto cargo que De Guindos ocupa.
Tampoco ayuda demasiado que hable de estas reformas en sanidad en declaraciones a un periódico aleman, y que los españoles nos enteremos más tarde que en el extranjero de las decisiones que el Gobierno plantea tomar.
A nivel autonómico tampoco estamos a salvo de la
discordancia entre lo que se dice y luego se hace. Esperanza Aguirre, en una
rueda de prensa con motivo de su entrevista con Mariano Rajoy, aseguraba que no
se iban a subir las tarifas del metro de Madrid porque ya subieron “hace poco”.
Hoy mismo también se ha conocido que a partir de Mayo se aplicará la mayor
subida de los últimos 10 años en la tarificación, algo que resentirá
notablemente el bolsillo de los madrileños.
La ciudadanía muestra su descontento con la falta de
información sobre asuntos de importancia y el Gobierno se resiente por los
mensajes contradictorios que lanzan, sin tener en cuenta las consecuencias de
estas acciones. En época de austeridad, no es bueno hacer recortes en la
comunicación, pues es la base de la democracia. O eso dicen…