El síndrome de la página en blanco

Hoy me voy a saltar las reglas de mi particular blog para permitirme la licencia de hablar un poco de mi, aunque evidentemente las historias que cuente por aquí tienen buena parte de vivencias propias y ajenas. Y lo haré para hablar del mundo después de acabar la carrera de periodismo. Efectivamente el mundo continúa, pese a que a veces parecía que el apocalipsis había llegado a mi vida y a la de muchos de mis compañeros. Y bueno ya sé que en este blog no hago una mención especial al periodismo, aunque sea lo que me ha movido estos últimos cinco años, se nota por los “cuatro costaos” que la profesión, nunca mejor dicho, va por dentro.

No negaré que sentí gran satisfacción al acabar la carrera. Tampoco me olvidaré de la llamada a las 11 y 30 de la noche que me advirtió que ya estaba puesta la última nota. Mi corazón tampoco olvidará el momento, pues latía con bastante fuerza. De repente, un anhelo se convierte en realidad, pero inmediatamente te das cuenta que nada ha cambiado . Mi vida se convertía  de nuevo en una página en blanco.

¿No es eso lo peor que le puede pasar a un escritor/periodista? A primera vista podríamos decir que sí. La incertidumbre se apodera al tener que reescribir de nuevo tus pasos. Nos gusta contar historias a los demás, pero ahora toca escribir la nuestra. Es una buena forma de representar el salto al vacío que significa para muchos el fin de la etapa universitaria, aunque yo particularmente lo he visto siempre como una nueva oportunidad.  

¿Y ahora qué? La página en blanco de la que hablaba he empezado a escribirla con numeritos, fórmulas, teorías económicas  y un nuevo grupo de compañeros. De lo mejorcito, eso sí, mejorando lo presente. Las vueltas que da la vida, pienso. ¿Otra vez con la calculadora?, ¿Un máster de qué? Me decían muchos. Pero cada uno tiene que escribir su historia, y así lo hice yo.

No hace falta casi salir de casa para ver el panorama que tenemos. Por ejemplo, las manifestaciones a nivel mundial de este fin de semana levantándose ante las injusticias del sistema, las quejas por los bancos, el problema con los rescates de los países, la caída de las bolsas, los créditos a larguísimo plazo, el derroche de los años anteriores…todos aquellos términos, teorías y explicaciones que a veces nos quieren hacer parecer difíciles, lejanos y aburridos. Y que deduzco que es para que no nos enteremos de la historia.

Intentar comprender de donde vienen estos fenómenos, es a fin de cuentas, entender algo de este mundo loco en el que nos ha tocado vivir.  Tener curiosidad por lo que hay a nuestro alrededor, saber moverte, conocer las reglas del juego y dar en la tecla de las historias para encontrar la clave e informar al resto. Comunicar y sentir que lo que haces tiene valor, de eso se trata al fin y al cabo, de escribir la siguiente página. Así que, parafraseando a mi siempre fiel amiga María José Durán, yo, de mayor, también quiero ser periodista.