"We still have soldiers that's on the front line That's willing to die for us as soon as we give the orders"
Eminem//Toy soldier
Despiertan las águilas ruidosas en un curioso amanecer. Dicen que hay que dar gracias por cada día nuevo que sale el sol. Curiosa visión para aquellos que no se levantan a golpe de metralla. El desorden se hace patente y los alistados comienzan a empuñar la dictadura del terror.
Es la historia de un niño soldado. De alguien que ha cambiado los juegos de niños por armas. La misma historia de alguien que ha dejado su inocencia a un lado para defender los intereses creados por gente que se lava las manos desde un confortable despacho. Es la misma historia de alguien creado por la necesidad de otros, pisando todo aquello atisbo de dignidad humana y derechos de la infancia que pudieran existir en cualquier norma básica de convivencia.
Y lo más triste de toda esta historia es que todos somos culpables. Sin quererlo formamos parte de este cruento juego, de hecho somos sus cómplices aunque nos cueste creerlo. Donamos nuestro sueldo a la industria armamentística. Consumimos inocentes hamburguesas que financiaran nuevos sabotajes a la humanidad. Nos desprendemos de nuestro propio pensamiento para ceñirnos a la dictadura de lo material.
Mientras, la mirada de esos niños desquebrajan cualquiera de nuestros estúpidos principios. Criados a golpe de pistola, pierden la inocencia que nunca debieron perder caminando, literalmente, por un camino lleno de minas.
Mientras occidente gira la vista hacía el otro lado, nos dejamos dominar como fichas de un macabro juego. La más cruenta de las batallas se realiza delante de nuestros ojos, mientras nuestra mirada yace impasible al desafío de la pasividad, pulso que tenemos de sobra ganado.
¿Quiénes son los culpables? Aquí me siento con la misma impotencia como la de todos aquellos que estén mirando las noticias. Veinte nuevas víctimas, entre ellas 4 menores. Nuestra particular sensibilidad no nos dejará ponerle cara a esos cuerpos. Si la cosa se pone fea cambiaremos de canal vaya a ser que se nos atragante la comida. Y así, en esta estúpida espiral vimos sumidos a una realidad que no hemos creado y que asumimos por inercia.
La vida suma y sigue. Los políticos saldrán con su traje de chaqueta a alertarnos del terror global, mientras con la mano firme apuntillaran a golpe de mandato a los más desfavorecidos a favor de la guerra preventiva. Sin duda, uno de los términos más terroríficos que existan en nuestro diccionario. Abran fuego, llega el día de la despedida final. Si quieren saber más, no se pierdan la próxima edición de nuestro noticiario.
Escucha "Toy soldier" de Eminem
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