martes, 30 de noviembre de 2010

El fútbol es más que fútbol

Los ánimos revueltos, las gargantas preparadas y el orgullo bien arriba. Por otro lado, asoman las bufandas colgadas al cuello que lucen orgullosos por los forofos de ambos equipos. El fútbol es más que fútbol, eso es bien sabido por los millones de espectadores que se asomaban a la televisión para contemplar un duelo de titanes. La lucha entre dos bestias, que como decía Maquiavelo deben compaginarse para sobrevivir y conquistar el mundo. No sabría decir con acierto quién fue ayer más zorra o más lobo, lo que si que sé es que ambos conquistaron al mundo a su forma, las bestias unidas siempre sobreviven.

 El fútbol es pasión, es furia y a la misma vez una buena forma para demostrar la personalidad del individuo. Algunos juegan sucio para conseguir su buen fin, otros creen que el juego no es cosa de uno sólo y unen fuerzas para formar entre todos algo más que la suma de los 11. Todos usan sus armas, cada uno debe apostar por la suya que será la mejor si el resultado es aceptable y será derrota si su moral la ha perdido por el camino.

También el deporte rey puede ser política. En realidad puede ser casi todo, los duelos entre Barça y Madrid siempre han sido más que un mero partido de fútbol. No solamente por la fortaleza de ambos equipos (que también) sino por un combate político donde el centralismo intentaba rematar al independentismo, y viceversa. Desde Franco a Laporta, con las evidentes distancias que hay entre ellos, han creído que el fútbol era más que fútbol, una forma a veces de instrumentalizar a la población para provocar un debate que se aleja de los estadios.


Y por supuesto, en un blog como éste el fútbol también tiene que ser música. Mucho ha tenido que ver los himnos en el ensalzamiento de un sentimiento, de una pasión. Todos hemos vivido ese intenso momento donde los jugadores se muestran orgullosos de quiénes son y de donde vienen. Por supuesto, la música invade de emociones contrastadas. Los hinchas rivales ridiculizan el himno del contrario porque es la mejor forma para herirle en su orgullo. Mientras los demás escuchan su himno, se llevan la mano derecha al corazón, con el ímpetu de sentirse más unidos que nunca por una pasión infinita. Definitivamente, el fútbol es más que sólo fútbol.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La fiesta justifica los medios

Feel the adrenaline moving under my skin, It’s an addiction
(Siente la adrilana bajo mi piel, es una adicción)
David Guetta feat Rihanna_ Who´s that chick 


Mi travesía llega hoy hasta Ibiza. Me encuentro en altas latitudes y contemplo un sitio que se presupone por muchos como paradisiaco. Nada más salir del avión, te encuentras vallas publicitarias de las grandes discotecas de la zona anunciando fiestas salvajes. Es el presagio de lo que me espera durante estos días en la isla pitiusa.

Vista aerea de Ibiza
Sin siquiera tiempo para recoger mi maleta, ya hay una chica que se me acerca a colocarme una pulserita de descuento para la fiesta “F*ck me” de David Guetta y Cathy que se va a celebrar justo el día de antes de volverme en Pacha Ibiza, probablemente la discoteca más reconocida para los que no han pisado nunca la isla. La chica no iba demasiado recatada que digamos, aunque debo de admitir que la verdad no me estaba muy preocupado por ello..

Me dirijo al hostal situado en la zona de San Antonio, un lugar donde los guiris proliferan como si de McDonal´s se tratase. Suelto mis cosas y quedo con dos viejos amigos del instituto que llevan trabajando todo el verano en la isla pitiusa. Ellos ya conocen las idas y venidas  que me acompañarán durante estos días por la travesía del paraíso ibicenco.

 Sin demasiadas pretensiones, me decido a dar una vuelta por el paseo marítimo, muy cerca de donde estaba mi humilde pero confortable hostal y empiezo a alucinar con lo que me encuentro. Allí lo natural es lo infiltrado, los pecho firmes se presumen orgullosos por la zona de paseo de San Antonio y las gafas de sol están correctamente colocadas, aunque no sea muy necesario.

Discoteca de Ibiza
Después de darnos una vuelta donde lo blanco predominaba en todos los sentidos decidimos irnos a pillar las entradas para David Guetta: 80 euritos, casi nada. Dicen por ahí que las viejas estrellas del rock, cansadas de reivindicar y de pegar guitarrazos han cedido el testigo mayoritario a los dj´s, que se dejan de temas transcendentes y revientas de beats explosivos las pistas de baile. Yo desde luego no me atrevería a rebatir su poder de convocatoria, más cuando me vi en la tremebunda cola de Pacha Ibiza, con mi pulserita que resistía impasible el paso del tiempo.

Unas cuantas chicas italianas salen con los tacones en la mano, reventadas de tanto baile. Después escuchas unos cuantos ingleses, un par de alemanas y allí estábamos nosotros, representando a España, que no se diga. Cuando consigo entrar a Pacha el panorama es casi delirante. Una chica metida en una copa gigantesca de champagne y un buen plantel de gogo´s extremendamente sexis vestidas de rojo, se mostraban sugerentes en el pódium de la macro-discoteca. Me fijo en una de ellas, con gracia y grandes dotes sigue el “Sexy bitch” del dios Guetta. La chica tenía la piel morena, con rasgos cubanos y una larga melena que llevaba recogida para que se luzca mejor la vestimenta. 
Mi cara de embobamiento momentáneo se paró, la fiesta debía continuar. Mucha tontería y pose rara, por no hablar de los precios desorbitados de las copas. El calor era casi abrasivo y comienzo a sentirme algo mareado. Salimos fuera a una pequeña zona de descanso entra la entrada y la discoteca, que se encontraba abarrotada por el trasiego de entradas y salidas. Un chaval que apareció de la nada nos dice que se había perdido, sus ojos estaban realmente rojos y su rostro pálido, situación que nos ánimo a ayudarle. No fue una idea demasiado brillante, su dificultad para hablar unido a su alto estado de embriaguez complicaban las cosas. Decidimos mandarle a casita en un taxi, pero nadie quería montar a semejante energúmeno en su coche. Nos damos la vuelta y nos vemos al chaval pegando patadas al coche del sufrido taxista. La noche comenzó a torcerse y nos vimos envueltos en una discusión, donde el chico perdió el conocimiento, no por ningún puñetazo, sino por algo más ilegal.

A la mañana siguiente, tras dormir poco más de dos horas me despido de este loco sitio. Vuelvo a coger mi avión y durante el vuelo me pregunto si la fiesta justifica los medios para conseguirla, sea cual sea el precio que haya que pagar. Lo intento más bien, porque mi mente ya no aguanta más y se duerme en el asiento del avión. Al fin y al cabo la isla seguirá llenándose de luces, fiesta y contagiosos pasacalles, ¿Qué más dará lo demás?. 

Escucha Guetta y Rihanna: Who´s that chick

martes, 23 de noviembre de 2010

Los zapatos de Óscar

"Cuando pienses en volver, aqui están tus amigos"
Pedro Suárez Vertiz

Con una maleta azul, algo desgastada, y una mano delante apareció Óscar en el inmenso aeropuerto de Barajas procedente desde Sucre, en Bolivia. Un vuelo de larga distancia, donde el cansancio y los anhelos por un mundo mejor se percibían en su rostro anguloso. Dar un paso así no debe ser fácil y más si lo vemos desde nuestra cómoda perspectiva. Probablemente hay que sopesar y hacer muchas listas de pros y contras para decidirse a cruzar el charco.

Se instaló en una pequeña localidad de Madrid, un pueblo sin demasiada historia pero que intentaría devolverle el rumbo a su vida. Dejó atrás un negocio de calzado, que tuvo que cerrar sus puertas ante la avalancha de deudas, que no de clientes. Su historia tampoco se sale demasiado de lo habitual, al fin y al cabo constituye un número más en esas cifras que escuchamos por los noticieros a diario.
Sin embargo, la frialdad de las estadísticas se resuelve con la cercanía de las personas.

Es la historia de Óscar, un boliviano de 38 años que comenzó sus pasos en la “patria española”, como conocen los residentes de su país. Atrás dejó dos “chamos” ya algo creciditos, teniendo en cuenta que en estos países la adolescencia dura menos.

Instalarse en este pueblo de Madrid al principio no le resulto demasiado fácil. Hay que decir, que la gente no ayudo demasiado. Miradas que hablan por sí solas y mentes cerradas que no entienden de otras culturas no favorecen demasiado su integración. Su primer objetivo, obviamente, fue encontrar un trabajo que le permitiría subsistir. Empezó a cuidar de una señora mayor por horas y así de paso iba ahorrando algo de dinero para montar su propio negocio de zapatos, un sueño que deseó con todas sus fuerzas.

En un pequeño sillón reclinable pasaba las noches cuidando de esta señora. El marido de ésta, no le tenía demasiado aprecio. Le insultaba y criticaba duramente porque según él, no desempeñaba bien su trabajo. Óscar salía de su trabajo con los ojos como si hubiera pelado ajos durante toda la noche, aunque por su bien no lo podía revelar a su familia. Sería una deshonra.

Sin embargo, eso no impidió que empezará a conocer a la otra asistente que le relevaba en el turno. Sara, que así se llamaba la mujer, era una mujer con mucho tesón y responsable, aunque también vivía entre indiferencia y temor la llegada de inmigrantes a nuestro país. Unas primeras tímidas conversaciones, le sirvieron para ver que ese hombre, al fin y al cabo, era como el resto y tenía los mismos objetivos que ella, sacar a su familia adelante y vivir de una manera decente.

Con el tiempo comenzaron a salir, aunque sus hijos no aceptaban la relación. Iba de vez en cuando a la casa de Sara, y comía rápido, no por gula, sino por sentirse a veces incomodado por la tensa situación que se producía. Sin embargo, Óscar, en un gesto de agradecimiento les regaló unos zapatos, sus primeros zapatos en España, a los hijos de Sara. El muro de la intolerancia se fue derribando y su actitud cambió tímidamente, entendiendo el duro camino que ha tenido que llevar desde su llegada a España

Con el paso de los meses iba prosperando en su zapatería, se seguía viendo con Sara, aunque ninguno de los dos se sentía con ganas de ponerle un nombre a su relación. Simplemente se limitaban a disfrutar.

Desgraciadamente, el negocio de Óscar comenzó a vivir las aguas tortuosas de la crisis. Como un tornado vio como en poco tiempo su negocio se hundía y los pocos ahorros que había conseguido, iban quedándose en nada. Después de mucho pensar, sabía que su única e incierta solución era volver a su país, aunque ya no lo haría como una cifra más como en las noticias, sino con un nombre que se había labrado entre la familia de Sara, que vivió con gran tristeza su marcha a su país de origen, ¿Quién se lo iba a decir, verdad?.

Escucha "Cuando pienses en volver" de Pedro Suarez Vertiz

sábado, 20 de noviembre de 2010

Preguntas al cielo

And if there is a God, he's a spy with bedroom eyes 
(Si hay un Dios, es un espía con los ojos dormidos)
Smashing Pumpkins (If there is a God)


Perdóname que me ponga transcendental, aunque me sienta al escribirte y ni sepa por dónde empezar. ¿Dónde podré encontrar las repuestas? Quizás lo mejor sea decir que la respuesta está en cada uno de nosotros.

Me gustaría preguntarte qué se siente cuando proclaman la guerra en tu nombre, también qué opinas de aquellos que usan tu nombre para enriquecerse y luego hacen de tus ruegos su propia religión: la del beneficio propio. ¿Qué opinas de aquellos que llevan una cruz en la mano y en la otra un misil?

Si pudiera algún día hablar contigo, tampoco sabría si hablas mi idioma, si acaso hablas idiomas o los dominas todos. También te preguntaría: ¿Qué tipo de fe mueve a los que invocan la hermandad y giran la cabeza ante el necesitado?, ¿Sigue habiendo diferencias allí arriba?, No sabría decirte si estás también con los que crees que no existes y que dicen que eres una invención nuestra.

¿Te dan miedo las miles de religiones que existen?, ¿Te incomoda que cada uno te ponga un nombre diferente?. Por otro lado, algo importante ¿Qué se siente al estar a los mandos del videojuego más real que pudiera existir jamás?

¿Qué opinión tienes de aquellos que piensan que hay ciudadanos de primera y de segunda? Me entra curiosidad por saber si en tu reino también se necesitan documentos para entrar y hay algún tipo de recurso para colarse, como sucede en el mundo terrenal. 

Hablando de algo más terrenal , ¿Puedes también sentir la música?. Los rasgueos de una guitarra pueden ser también casi como un sonido celestial. ¿Sientes allí arriba los temblores de la tierra?. Te hemos visto tantas veces pintado, aunque ¿realmente eres como te pintan?. Miles de preguntas que hago desde el respeto y de las que no espero respuesta alguna. 


martes, 16 de noviembre de 2010

La travesía ochentera

Una explosión de ritmo, frescura y música pop a raudales. Así podríamos definir con pocas palabras el legado que nos dejó una década tan importante a nivel de música popular, como fue la de los ochenta en nuestro país. Un movimiento que iba más allá de lo musical y que se centró en melodías pegadizas y letras que en ocasiones pecaban de frívolas, sin duda, el público tenía ganas de pasárselo bien.

Me explico. Después de una etapa de dictadura en lo político y de unas canciones más reflexivas y de autor como las de Serrat o Sabina se dio paso a una etapa más hedonista, con letras festivas y sin demasiadas pretensiones. Dicen que lo innesario suele ser extraordinario, esta consigna quizás sea la que hayan llevado estos grupos a la cima y a estar en la memoria de todos.

Radio Futura
 Es la década de grupos como “Radio Futura” que desprenden un buenrollismo inaudito hasta la fecha. La imagen de los hermanos Auserón era bastante rompedora, aunque su música quizás no lo era tanto tirando hacía el pop-rock con canciones como “Escuela de calor”. Estas canciones representan un espíritu vitalista y una energía que aún nos resultan incombustibles en la actualidad, ¿Cuántas veces hemos escuchado temas como ´Escuela de calor` o ´Enamorado de la moda juvenil´ en locales de música rock?. 

Kaka Deluxe
Precisamente uno de los componentes de Radio Futura, Enrique Sierra fue también guitarrista de Kaka Deluxe, otro de los grupos punteros de la época y que fue cantera de artistas tan consagrados como Alaska y Nacho Canut (Fangoria) o el cantante pop Carlos García Berlanga, hijo del recientemente fallecido  cineasta  Luís García Berlanga. Alcanzaron la gloría con este grupo y la posterior formación de Alaska y los Pegamoides. Algunas de sus canciones destacaban por lo irreverente y absurdo de su letra  como “Horror en el hipermercado” o “Bailando”, letra que según la propia Alaska era una auténtica ironía pues no bailaban en una discoteca ni a la de 3. En la actualidad, Fangoria ha sacado un recopilatorio de estos viejos éxitos de la “movida madrileña” revisados a la actualidad con el nombre de  “El paso trascendental del vodevil a la astracanada”.

Duncan Dhu también hizo su entrada triunfal en esta década ya bien avanzado el segundo lustro. El cantante Mikel Erentxun (que aunque por el apellido despiste, nació en Venezuela) y su banda hicieron unas canciones sencillas,  que sonaban casi como un concierto acústico. Esto contrastaba con el barroquismo y la estética de otros grupos de la época. Sin embargo todos recordamos canciones como “A un minuto de ti” y por supuesto, “Cien gaviotas” que fue considerado canción del año, todo un logro para un grupo que lanzaba por entonces su primer álbum titulado “Por tierras escocesas”.


Otro de los pesos pesados y con mayor proyección de esta década son los Hombres G. Todos nos viene a la menoría, casi inconscientemente,  el “Devuélveme a mi chica” en la voz de David Summers. Aunque inicialmente apostaron por el punk, pronto encontrarían su camino en el pop-rock facilón para el público masivo con canciones como “Voy a pasármelo bien” o la citada “Sufre mamón”.

Ana, José, Nacho
Por supuesto sería injusto concluir esta entrada sin citar a un grupo como Mecano. Sabida es por todos, la historia de estos dos hermanos que se fueron a Madrid a buscar una oportunidad en el mundo de la música y se cruzaron en el camino con Miguel Ángel Arenas, Capi (El descubridor de Alejandro Sanz) y por supuesto a Ana Torroja, con la que tuvieron bastantes dimes y diretes. El primer álbum que lanzaron en los ochenta fue “Hoy no me puedo levantar”, con la intención de llegar al público juvenil  con unas letras que destacan por su universalidad y cercanía,  ”Toda la noche sin dormir, bebiendo y fumando y sin parar de reír”, cantaba Torroja en este tema. Una particularidad del grupo es que a pesar de cantar las letras una mujer, siempre estaban cantaban en género masculino, dada a que la composición de las letras era cosa de los hermanos Cano.

En definitiva, los ochenta es una época para recordar, en la que algunos piensas que son canciones y grupos demasiado sobrevalorados y otros piensan que la explosión artística y musical que se vivió no se ha vuelto a repetir hasta la fecha. Lo que no hay duda es que muchos de estos grupos con el paso de los años, han vuelto a los escenarios causando un furor inusitado y siendo inspiración para muchas bandas de la actualidad.

PD: Podéis seguir votando para elegir la próxima década para el blog, incluyendo una segunda parte de los 80´


domingo, 14 de noviembre de 2010

Bakalas y señoras se ven las caras

¡Breaking news! El telediario sensacionalista de turno alerta a un grupo de bakalas que se reúnen antes de salir de fiesta mientras se toma la cena (pizza, por supuesto) de la última noticia más escandalosa que pudiéramos imaginar: “una banda terrorista ha puesto una bomba, rompiendo varios contenedores y dejando bastantes daños cerca de una zona de discotecas del extrarradio”. La noticia continúa dando detalles sobre el suceso, “la desgracia se podía haber cebado con los jóvenes, dada la cercanía al fin de semana, aunque solo podemos hablar de daños materiales“.

La alerta inicial por lo que pudiera ser una catástrofe se pasa y entonces, los jóvenes siguen dándole un nuevo bocado a la pizza, mientras se tumban en el sofá para reposar. Para quién no lo sepa, los bakalas son una tribu urbana que siente un especial gusto por la música electrónica (break-beat en especial) y se dan a la noche como auténticos animales de ciudad, con pastilleo de por medio por regla general. En Valencia se hicieron bastantes conocidos en la década de los 90 con la llamada “Ruta del Bakalao”, así que os podéis imaginar por donde van los derroteros.

De repente, se quedan callados mientras terminaban de ver las noticias. El Necro, cómo se hace llamar uno de los cabecillas del grupo comienza a reírse, de forma que los demás comienzan a seguirle casi por instinto; “Hey tio, ¿qué te pasa?”, realmente nada, es sólo que pensé que nos íbamos a quedar sin ir de farra esta noche, pero afortunadamente…ETA nos dejó alguna discoteca”.

Pasada la noche, llega la mañana. Las bocas de nuestros amigos bakalaeros se nos asemejaban  a una máquina de escribir: mandíbulas desencajadas y una botella de agua por la mitad acompañaba a la pandilla en su salida de la discoteca a las 8 de la mañana. Por supuesto, cerrándola como no pudiera ser de otra forma. “tíos, volvamos al centro y vayamos al after, que la fiesta no puede terminar así”. Siguen caminando hacía el casco histórico, son las 9 de la mañana de un sábado bastante soleado, situación no muy favorable para los ojos vampíricos de la pandilla. Se encuentran con una serie de señoras muy elegantes, muy “cool” todas ellas, que los miran con ciertos ojos de desprecio.” ¡Qué gentuza!”, apunta una de las señoras mientras otra de sus amigas se mostraba tan asustada que parecía que iba a sacar un collar de ajos para espantar a estos  vampiros de la noche.

El grupo de bakalas se queda en la plaza mayor de la ciudad, rindiéndose a la luz del día y cediendo paso al sueño, antes la mirada extraña de la gente que se encontraba alrededor.  Las señoras ya tienen  tema de conversación para seguir hasta el centro comercial, que se encuentra a poco menos de 200 metros. Es llegar hasta tan magno sitio y las señoras se sienten como en casa: fuera trajes de firma y collares de alto abolengo, Se desprenden de sus lujosas vestimentas y se ponen cómodas, en pijama y zapatillas por los grandes almacenes.

Entonces, la música incidental que suele acompañar a este tipo sitios se corta para ofrecer la siguiente promoción: “Bienvenidos señores clientes, le informamos que tenemos hoy los 7 días de lujo en la planta sótano”. De repente, se escucha unos ruidos extraños, parece ser que alguien ha entrado en la centralita y pretende burlarse del habitual aburrimiento de estos sitios: “¿Izquierdas?, tú no eres de izquierdas, ¿derechas?, tampoco de derechas…tú eres del centro, del centro comercial, anormal”. El escándalo se hace presente en la planta del establecimiento: “¡Qué indignación!”, era el comentario generalizado por los habituales del lugar. Vayámonos a otro sitio, ya ni en  casa uno puede estar a gusto, comentaban un grupo de señoras, mientras se quitaban el pijama y volvían al raro mundo exterior.

lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Una foto-tuenti?

"El dominio público es dueño de tus asuntos"
Tote King, "Redes sociales" 


 Son las 11 de la noche, últimos momentos para vestirse y preparar el ritual de la noche. Sacar algo de pelas, un poco de colonia y estoy listo para salir. Nos reunimos para hacer botellón en los lagos, pero antes hay que pasar por el chino. Algo de ron barato y un par de botellas de Coca-Cola para rebajar. Los hielos que no se olviden, comenta alguien por detrás. Salimos de la tienda, hace un frio del carajo pero nos da igual, la noche acaba de empezar.

Sírveme el primer cubata de una larga lista por esta noche. Se nos acerca un hombre con pintas no muy recomendables para nuestros padres, “vendo porros”, asegura. Yo paso, no es lo suyo hoy en día. El costo nos costó a todos 20 euros. Ya se sabe lo que pasa cuando se pone el dinero en común…
Las primeras copas van haciendo sus efectos, risas, buen humor y por favor nada de ralladas.

La noche sube y sigue, la peña se cuenta sus rollos e intimidades. Alucino con la forma de desinhibirse de todos con algo de alcohol. “Hey!, foto-tuenti”, todo el mundo se avalancha, parece que la vida se nos va en ello en ese momento. Espera, ¿Dónde está el loco?, escucho ruidos, me dispongo a investigar y encuentro a mi colega devolviendo todo lo que se había bebido. Aparece mi amiga con su cámara, “foto tuenti”. Tu puta madre, debió pensar mi colega, razón no le faltaba. Siempre hay alguien para retratarnos en momentos como esos.

Nos piramos de allí, sospechamos que anda por ahí la secreta  y ya se han acabado las botellas. El ancho de mi billetera se va reduciendo y sólo quedan algunas monedas. Acudo con mis dos mejores amigos al bingo a ver si con un poco de suerte juego al “doble o nada” y me termino de solucionar la noche. Entro sin dominar demasiado la situación y viendo lucecitas por todos los lados, entre el ruido y el vacilón no hay tiempo para estar de bajón. Los cartones se iluminan “siempre gusta un 15” dice mi amigo entre risas. Con caras de idiotas nos quedamos mirando como la bolita cae en el 16: ¡Que mala suerte hemos tenido¡ me digo a mí mismo.  Mi amiga tiene la clave para inmortalizar el momento:  “Venga, foto tuenti”.

Salimos de ese sitio, con la mandíbula desencajada y los bolsillos vacíos. Nos reunimos con el resto, que se han quedado fumando algo no demasiado aconsejable. Acudimos a la discoteca más “underground” de la ciudad. La gente se hacina en la cola, como ovejas en un rebaño y preparamos la pasta: “Va tío, déjame 3 pavos que mañana te los devuelvo”.  Uno de mis colegas anda más pasao que de costumbre. Llega al interior y comienza a perder el control. Por primera vez en toda la noche me comienzo a asustar de verdad e intento como puedo, ayudarle o al menos saber que le pasa. Abandona la pista e intenta sentarse con bastante torpeza por su parte, todo hay que decirlo. Aparece mi amiga y el ruido ensordecedor de la música hace imposible cualquier tipo de comunicación verbal. Trato de decirle que se vaya, que mi colega no se encuentra bien. En ese momento desenfunda su polaroid, mientras mi colega comienza a tener sudores fríos y sentirse realmente chungo. ¡Foto tuenti!, con una sonrisa brillante inmortaliza el esperpéntico momento.
Al día siguiente ya sabes, un poco de resaca y algo de agua para paliar la situación. No veas la sed que da alguna bebida. Me siento al ordenador y ahí está todo aquello que ni siquiera recordaba del todo bien:  ¡Cierra el puto tuenti!, pienso. Demasiado tarde…


domingo, 7 de noviembre de 2010

Levántate y ¡vive la vida!

Corrían otros tiempos, en las guerras del Medievo cuando dos pueblos se enzarzaban en algo más de una disputa por un territorio, sino por algo aún si cabe más importante:  el honor y la valentía. Esas palabras que nos suenan tan grandes hoy en día pero que siguen estando presentes de alguna u otra manera. Ese espíritu contestatario y luchador es el que pretende devolvernos los británicos Coldplay con su tema “Viva la vida”.

¿Por qué decidieron ponerle un título en español a una canción en inglés? Pues la historia es bastante curiosa. Se inspiraron en la pintora mexicana Frida Kahlo que vivió una vida algo difícil y tormentosa.  Cuando era joven sufrió un accidente de tren que le destrozó la espalda. Es entonces, por puro aburrimiento por el duro post-operatorio, cuando decide dar sus primeros pasos en la pintura. Uno de sus cuadros más famosos de la pintora  fue precisamente “Viva la vida”, que se expone en su museo llamado “La casa azul” en México.

La vida de Frida siempre estuvo marcada por la desgracia. Sufrió más de 30 operaciones e incluso fue encarcelada por sus ideales comunistas pero lo más importante de todo es que consiguió alcanzar muchos de sus sueños como exponer sus obras en la Galería de Arte Contemporáneo o en su México natal. El tesón de esta mujer era admirable, pues pese a encontrarse convaleciente en una cama, pidió que la llevaran a la inauguración de su exposición en ambulancia, y así lo hizo, ante la atónita mirada de los asistentes.

“Viva la vida” es, en toda su dimensión, una canción optimista y alegre. Aunque la letra de la canción trata más bien sobre la caída de un rey que observa como todo su imperio se desmorona a su alrededor. Sin embargo, la ingenuidad con la que es contada la historia convierte al personaje en cuestión en casi una leyenda o un verdadero luchador de su época. 

No es de extrañar que una persona  con los valores de Guardiola le echara el ojo al tema para subir la moral de los jugadores del Barcelona. En el nuevo siglo, los reyes de verdad no llevan corona, ni gozan d privilegios sino más bien todo lo contrario. Luchan y se sacrifican por conseguir sus objetivos y van a por todas hasta morir si hace falta. Ser grande es una cuestión de actitud.

Si de algo sabe un hombre como Guardiola es de sacrificios. Mantener una férrea disciplina y tener controlado el espíritu del equipo es fundamental para él, que no contemplaría jamás una vida ególatra y autosuficiente. La responsabilidad de su plantilla es de todos en general, aunque sin duda él constituye la cabeza pensante de ese espíritu que ha llevado a la gloria a los culés. 

El tema  de “Viva la vida” cuenta con dos videoclips distintos, el oficial y uno más alternativo donde aparece Chris Martin caracterizado de un rey algo desubicado por un mundo en donde lo que fue ya no tiene ningún sentido.  Sólo le queda seguir adelante con una premisa bien sencilla: ¡Vive la vida¡.




miércoles, 3 de noviembre de 2010

Historia de un lunes no muy lejano

En un lunes no muy lejano de una vida cualquiera, tu cuerpo se levanta rápido y tu mente se despierta con la misma torpeza. No sabes exactamente a qué ni por qué lo haces, pero no dudas en cambiarte y ponerte tu uniforme. Lamentablemente no dispones de tiempo para pensar que te tienes que poner. Vas a toda pastilla, coges un bollo industrial y un batido de tu frigorífico, ya te lo tomaras en la calle.

Tu vida se cuenta por minutos. Llegas a la primera boca del día, sin embargo todo parece frio y distante. Aunque no  vas como el resto, si te sientes como el resto. Miras sin fijarte a los demás y te sientas esperando el próximo tren hacía tu destino.

Llegas tarde, pierde tu criterio y empuja a la gente si ves que se cierran las puertas y tu no logras meterte en el vagón. ¿Qué hora es?, Mierda, esta vez vas tarde de verdad. Miras a tu alrededor y por más que tratas de encontrar algún gesto de humanidad, no ves nada. Todo el mundo puede ver, pero realmente parecen cegados.
El reloj no cesa. Son las 8:03, demasiado tarde para la maldita tarjeta que te controla a diario.  No llegas a tiempo para fichar. Una máquina te sancionará y te advertirá de tu reprochable comportamiento.  Hoy no es un gran día para ti. Te pones manos a la obra y miras a tu alrededor. Se te había olvidado saludarlos,
aunque realmente no sabes si lo haces más por automatismo que por cortesía. 

Por fin tienes visita. El encargado empieza a calentarte la cabeza, esta pieza no va aquí, este informe no es así. Te sientas como un cero, como los pocos ceros que tiene tu nomina. Todo se te hace como una nube en la cabeza e intentas despejarte de alguna forma. Será mejor que tomes un café. Te das cuenta que ya no está aquella camarera tan simpática con la que entablabas relación en tu tiempo de descanso. La han sustituido por una fría máquina, que si bien no se equivoca en el cambio no te resulta nada atractiva.

Ensamblar y atornillar hasta volver a empezar. Una y otra vez hasta llegar a 1000. Bien, es la hora de irse pero no sabes por qué, no puedes parar, parar, parar. Y tú te respondes, ¿por qué? No puedes parar de hacerlo. ¡Dios!, necesitas tomarte un respiro definitivamente. Son las 7 de la tarde, dos horas más de lo previsto pero esta vez la jodida máquina no pita. Se le debe haber agotado la batería. Te encuentras a la salida con un viejo periódico de la mañana, y piensas si cogerlo o no. Después giras la cabeza y desechas la idea. En realidad te la pela lo que pase en el resto del mundo.

Vuelves a casa y el cansancio se cierne en ti. No puedes evitar quedarte dormido frente al televisor. Mierda, ha sido todo un jodido sueño. Suena el despertador, son las 7 de la mañana de un martes no muy lejano…

Estopa_ Pastillas de frenos